jueves, 23 de julio de 2020

La Guelaguetza


Guelaguetza es una palabra de origen zapoteco “guendalezaa” que significa “cooperar, ofrenda, presente”. De manera amplia, se considera un acto generoso de dar, cuando la ocasión se presenta y que será correspondido por aquel que lo recibió. Es el acto de participar cooperando que no lleva consigo más obligación que la de la reciprocidad.
La Guelaguetza es una celebración popular que tiene lugar en la Ciudad de Oaxaca de Juárez, Estado de Oaxaca, México, que forma parte de las festividades a la Virgen del Carmen. Se celebra los dos lunes anterior y posterior más cercanos a la fiesta católica de esta advocación mariana, el 16 de julio de cada año.
También se les conoce como Los lunes del cerro porque la celebración se hace en el Cerro del Fortín, que es la parte más elevada de la Ciudad.      
En su sentido más amplio, la Guelaguetza representa la actitud de compartir, de amor al prójimo de los habitantes zapotecas para con sus hermanos, la intención de compartir la naturaleza y la vida.
Se le considera como la más grande fiesta folklórica de todo el continente americano y cada año congrega a miles de visitantes nacionales y extranjeros.

Durante la Guelaguetza se hacen presentaciones folklóricas, culturales, gastrónómicas y deportivas, entre las que salen La Guelaguetza, El Bari Stui Gulal y la Leyenda de la Princesa Donaii, hija del rey zapoteca Cosijoesa y de la princesa Coyolicatzin y las carreras ciclistas.

Los lunes de la Fiestas de los Lunes del Cerro, le gente de Oaxaca, sin distinción de su estatus social, participa de esta celebración. La gente sale de sus casas para dirigirse al Cerro del Fortín, en donde antes de la fiesta, la gente disfruta de la gastronomía local como enchiladas con tasajo, tamales, empanadas de mole amarillo, atole, café, etc., mientras disfruta de la marimba y los chirimiteros que presentan música oaxaqueña.   

Destaca el espectáculo de música, danza, bailes y cantos llamado Guelaguetza, en el que cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural a través de bailes que ejecutan al son de la música y los cantos que les son propios, vistiendo indumentaria de sus respectivos pueblos. Al terminar su participación, cada grupo distribuye entre el público su Guelaguetza compuesta por productos característicos de sus respectivas regiones.


Las Regiones que representan al Estado de Oaxaca y que participan con sus danza típicas, son las siguientes:
·         Región del Valle: Danza de la Pluma y Jarabe del Valle
·         Sierra Juárez: Sones Serranos y Jarabe de la Botella  
·         Tuxtepec: Flor de Piña
·         Huautla de Jiménez: Sones mazatecos
·         Pinotepa Nacional: Chilenas, La Malagueña, El Pandero
·         Putla Villa de Guerrero: Sones, Chilenas, Carnaval Putleco
·         Huajuapan de León: Jarabe Mixteco
·         Istmo de Tehuantepec: La Sandunga, La Tortuga
·         Ejutla de Crespo: Jarabe Chenteno, El Palomo

Cada región lleva su propia banda de música. Se toca música en vivo durante todo el evento. La mayoría son bandas de viento y tocan sus piezas mientras los bailarines presentan lo mejor de su región.

Al cierre de la Guelaguetza, se presenta la Danza de la Pluma que es uno de los bailables más representativos de Oaxaca, ejecutado por hombres con grandes penachos coloridos y pesados, que se decoran con pequeños espejos y, en algunos casos, con imágenes religiosas.
Entre el primero y segundo lunes de fiesta al que se llama “octava”, tienen lugar actividades tales como muestras gastronómicas, artesanales, deportivas, representaciones costumbristas de las diferentes comunidades del estado, así como exposiciones, conciertos y otra serie de actos de trascendencia cultural organizados por las instituciones que difunden la cultura y el deporte de Oaxaca en todas sus manifestaciones.
En el año 1969, se decide imprimirle al evento mayor lucimiento con la introducción de diversos espectáculos, entre los que sobresalían la elección de Centéotl, la diosa-energía del maíz, así como la representación de una versión sobre la historia de la fiesta, llamada Bani Stui Gulal, que en el idioma zapoteco significa "repetición de lo antiguo".
La finalidad de incluir estas actividades era presentar la Guelaguetza como parte de una tradición que se remontaba al pasado prehispánico y que fundaba en él sus raíces. La secuencia histórica fue dividida en cuatro etapas:



Época prehispánica
Se refiere a la época de la dominación azteca, la Gran fiesta de los Señores, la elección de una doncella y su posterior sacrificio en honor a Centéotl. En la realización del sacrificio humano quedan exentos los zapotecos y mixtecos, ya que evidentemente esta actividad era realizada por los mexicas.
Época de la Colonia
Se representan las danzas que realizaban los mexicas en honor a sus dioses hasta la conquista de los españoles. Se continúa con una procesión en honor a la virgen del Carmen y un carnaval en la que participan las marmotas, las chinas de calenda, los “ellerros”, los “zancudos” de Zaachila y sobresale la participación de la “sierpe” que es una especie de serpiente gigante, acompañados por la música de la banda del estado.
Época del México independiente
Se representa un paseo en donde desfilan las catrinas con sus grandes trajes, los charros, las chinas de calenda y todos los habitantes, en el que prueban los productos que ofrecen los vendedores de la región.
Época contemporánea

En la que se admiran los principales trajes de cada una de las regiones, mientras se escucha un poema dedicado a Oaxaca. Este espectáculo finaliza como todas las fiestas del pueblo oaxaqueño, con la quema de los fuegos artificiales.



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